Mis diez series favoritas de la década del 10

Se termina 2019 y con él una década: la de los «diecis». Una tradicional excusa para repasar las series de estos últimos años.

Series, la adicción del presente siglo

Esta vez, dedicaré el espacio a series que me han atrapado y viciado hasta el último capítulo. Muchas de ellas, con promesas de continuar durante la década que entra. Dejo fuera sitcoms y series animadas. Y por razones de gusto personal , no hay dragones ni zombis y tampoco tráfico de drogas.

Aquí voy…

1 – The Crown
Quién diría que la vida de Isabel II del Reino Unido diera para tanto. Creada por un especialista en el tema, Peter Morgan (guionista también del film «The Queen»), ya va por la tercera temporada y han anunciado una cuarta. No sólo el guion es digno de admirar, también las actuaciones, la fotografía, la música, el decorado…

Cada capítulo de la serie refleja un hecho histórico que tocó de cerca a la corona, ya sea de su entorno familiar o alguna cuestión política social. Pero siempre haciendo foco en la personalidad de la monarca. Con un tono bien marcado de drama, con pizcas de intriga y thriller.

2 – Kidding
Esta serie significó el regreso de Jim Carrey a la actuación, de la mano del director Michel Gondry (Eternal Sunshine of the Spotless Mind). Creada por Dave Holstein, hay una sola palabra que la puede describir: dureza.

Para ver esta obra maestra, hay que tener el corazón y el estómago un poco endurecidos. Las tragedias que atraviesa el protagonista son tratadas con un ingrediente explosivo: humor. Algo muy difícil de mezclar, sin caer en el golpe bajo; cosa que aquí no sucede. Desde el punto de vista cinematográfico, también tiene sus buenos puntos: planos secuencia extraordinarios, actuaciones brillantes, montaje fuera de lo común… Pero el guión resalta por su originalidad en cómo encarar un tema delicado: la muerte de un hijo y el duelo de un padre que se dedica a hacer felices a los demás niños a través de un programa televisivo, mientras su mundo personal se cae a pedazos.

3 – After Life
Hablando de duelo y humor negro, aquí tenemos otro ejemplo. Creada, dirigida y protagonizada por Ricky Gervais; va de un periodista de un periódico barrial, hundido después de la muerte de su esposa. Con momentos de humor burdo, el drama del viudo siempre está presente.

Al igual que Kidding, la cinematografía tiene un aire a «cine independiente». El guion de la serie es una muestra de cómo meterse con la muerte y la reconstrucción de los que siguen vivos.

4 – Stranger Things
No necesita demasiada presentación. Lo cierto es que su primera temporada seguirá siendo inigualable. Creada por los hermanos Matt y Ross Duffer, no me detendré en describirla ni en mencionar la nostalgia de la cultura pop de los ochenta. Aquí, lo que es valioso, además, es su estructura de guion: tramas paralelas que luego se unen en los últimos episodios para ser una trama única. Es decir, pasan de la multitrama a la trama coral. Si bien repiten este modelo en todas las temporadas, siempre les funciona, con sus más y sus menos.

Una clave para que esto funcione: el espectador siempre sabe más que todos los personajes y ansía el momento en que todos se pongan al día para enfrentar juntos al enemigo.

Ejemplo, temporada 1: a los científicos, que experimentan con niños, se les escapa un rehén con superpoderes, Eleven; un grupo de amigos que han perdido a uno de sus integrantes, encuentran a Eleven pero no saben de dónde viene; una madre busca desesperadamente a su hijo extraviado junto al comisario del pueblo, pero no hallan ni siquiera su cuerpo; una adolescente pierde a su mejor amiga y decide investigar por su cuenta con la ayuda del hermano mayor del niño perdido… solo los espectadores sabemos desde el primer episodio que un monstruo anda suelto y que el niño buscado se encuentra en un mundo paralelo. Como tal, deseamos que los personajes unan sus fuerzas para conseguir el mismo objetivo. Es una estructura muy semejante a la novela «Drácula» de Bram Stoker. A través de los capítulos, como lector sabemos lo que todos saben y, al mismo tiempo, lo que ignoran del otro hasta que finalmente se reúnen y combaten juntos al vampiro.

5 – The Let Down
Comedia dramática australiana creada por Alison Bell y Sarah Scheller, trata sin ningún prejuicio el mundo de la maternidad y sus tan diversas formas de vivirla. Aquí no hay pastelismos ni lugares comunes, hay mujeres pasando, sin tabúes, por la experiencia de ser madres. También hay padres, con sus ausencias y sus presencias. De momento lleva dos temporadas, pero espero que se confirme la tercera.

6 – Baby
No se dejen engañar por esta serie italiana creada por un colectivo de jóvenes guionistas llamado «Grams«… aquí la cosa no va del mundo adolescente y sus tópicos.

Aunque es difícil no caer en lugares comunes, porque la adolescencia misma está colmada de clichés, Baby es otra cosa. Y aunque relate la prostitución de dos estudiantes de la alta sociedad romana, Baby también es otra cosa. Inspirada en un caso real, Baby nos cuenta que los adultos toman peores decisiones que los jóvenes.

El guion, con una sutileza sublime, nos lleva a donde los autores quieren y, como espectadores narcotizados, nos dejamos llevar sabiendo que la llegada a destino será abrupta y para nada feliz.

7 – Luis Miguel, la serie
No importa que no te guste Luis Miguel o que ni siquiera conozcas sus canciones. No importa que su género musical no sea de tu agrado y que para ti represente el cliché de la pastelosidad musical. No importa que des por hecho que su vida no es para nada interesante. No importa ninguno de los prejuicios que muchos podemos tener sobre este cantante. Luis Miguel, la serie, es una gran maestría de guión.

De los autores, entre ellos Susana Casares y Daniel Krauze, se aprende el buen uso de los cortes de bloque y el cierre de cada episodio, la dosificación de la información, el tiempo necesario de las tensiones y cómo hacer entretenida una biografía sin convertirla en un documental o en un producto solamente para fanáticos del retratado.

8 – Cold
Creada por Emily Diana Ruth, este thriller de corta duración –una sola temporada de diez capítulos de diez minutos– es una demostración que poca dosis es suficiente para contar una buena historia.

Una joven quiere conocer a su verdadero padre, encarcelado por asesinar a la madre. En el camino, va descubriendo otras historias de asesinatos vinculados a su progenitora. Un fiel reflejo de aquello de «si lo bueno es breve, es dos veces bueno».

9 – The End of the F***ing World
Basado en la novela gráfica homónima de Charles S. Forsman, y creada por Jonathan Entwistle, transmite todo el espíritu indie y/o hipster de la década de los diecis. Eso significa: vintage y retro en la ropa, música, y coches. Por otro lado, si fuera una película, sería una roadmovie.

Dos adolescentes tomando malas decisiones y una tensión sexual no resuelta hasta el último segundo de la temporada.

10 – Titans
Del universo de superhéroes de DC Cómics, fue creada para la televisión por Akiva Goldsman, Geoff Johns y Greg Berlanti. El joven maravilla, Robin, se encuentra distanciado de Batman y en crisis de identidad. En el recorrido de un camino propio, se topa con otros jóvenes con habilidades extraordinarias. Los reclutados ven en él un líder en quién confiar y seguir.

Con un tono bien marcado de drama, no todo son mega explosiones o villanos destructores en la vida de los superhéroes.

Bonustrack: Gotham
Otra serie basada en personajes de DC Cómics. En este caso, Batman. Mejor dicho, en cómo Bruce Wayne se convierte en el hombre murciélago desde el asesinato de sus padres.

Creada por el guionista británico Bruno Heller, durante las cinco temporadas desfilan los archienemigos del caballero oscuro antes de que la batseñal ilumine el cielo de Ciudad Gótica; desde el Pingüino hasta el Joker, pasando por el Acertijo, el Profesor, Hiedra Venenosa y Catwoman. Aunque las figuras centrales son la dupla James Gordon y Harvey Bullock; dando un aire policial a la propuesta.

Por otro lado, mientras que en los films se expone que Batman fomenta el caos en Gotham –haciendo florecer villanos, cada vez más y peores, en lugar de vencerlos de una vez por todas–, en la serie es la ciudad la que crea y necesita a Batman.


En esta lista totalmente personal, me ha quedado tinta en el tintero. Por ejemplo: Chernobyl; Shameless; La casa de papel; Merlí; Gipsy; Transparent; The Sinner; o La casa de las flores. Y muchas aún por ver, tal como Big Little Lies. Se viene un 2020 cargado de ficción más que nunca, así que… me inventaré el tiempo que no tengo. Si quieren, pueden comentarme sus favoritas de la década o si coincidimos o no en algunas.

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