Teatro cómico con acento murciano

Gracias al programa Reactivos Culturales, del Cuartel de Artillería (Ayuntamiento de Murcia), se puso en marcha DIME COSICAS, un espectáculo de teatro cómico con el clown como punto de partida.

El show está compuesto por cuatro sketches y un sainete de mi autoría y bajo mi dirección. Con la producción ejecutiva de Joaquín García Box y de la compañía La Mosca Teatro. DIME COSICAS nació para recorrer barrios y pedanías, ya sean en salas teatrales o en espacios no convencionales (siempre y cuando, la situación sanitaria lo permita)

Teatro cómico: Dime Cosicas, de Diego Damián Martínez
Interpretación del sainete «¿Mari Paz, a dónde vas? – Foto: Joaquín Martínez Alcántara

Tres desafíos afrontamos en DIME COSICAS. En primer lugar, abordar un formato no siempre bien visto desde las esferas elitistas del arte dramático: el sketch. En segundo término, no «enmascarar» el acento murciano de los actores. Por último, desarrollar un proyecto escénico con una compañía amateur (lo que yo conozco en Argentina como teatro independiente).

Vayamos por parte, dijo Jack el destripador.

Estricto, exigente y cruel

En el verano del 2019, habíamos realizado una «prueba piloto» de DIME COSICAS; cuya puesta en escena y calidad de textos no es la misma que la de ahora. De todos modos, fue una presentación bien recibida por los presentes. Para aquella ocasión, había confesado mi debilidad por el sketch en esta entrada: Mi amigo, el sketch.

Allí, citaba las cualidades que el destacado cómico español José Mota otorga al género: estricto, exigente y cruel. Y agrega que «no perdona, ni da márgenes». Cualquier especialista en la materia, lo sabrá decir en primera persona.

Por otro lado, lejos quedó aquella primera representación. Ahora, el espectador puede apreciar elementos del clown y una escenografía (junto a la mayoría de los atrezzos) realizada con cartones a la vista. De esta manera, destacamos el sentido lúdico del teatro (al mismo modo que cuando los niños prefieren jugar con cajas de cartón antes de cualquier juguete realista).

Escenografía: soy el autor intelectual; la muy buena materialización es de J. García Box

El vestuario también es mínimo. Los actores visten de negro, usan maquillaje y guantes blancos. Para cada personaje, se colocan dos o tres prendas alusivas. Mis humildes pretensiones fueron haberle dado una vuelta de rosca al estilo costumbrista que se suele usar en los sketches y sainetes. El clown como punto de partida, no como un objetivo, ha sido mi principal inspiración.

Acho, pijo

Entre Ríos, mi provincia natal, se ubica entre los ríos Uruguay y Paraná, en frente de la hermana República uruguaya. Lo habitual es que los entrerrianos hablemos a los gritos, no pronunciemos las «s» y usamos palabras muy diferentes al resto de las demás provincias argentinas.

Un porteño típico te saluda cariñosamente con «¿Qué hacés, boludo?». Mientras que alguien de mi tierra, te saludaría «¿Qué hacés, pajero?». Tampoco es raro que se piense que en mi provincia solamente exista campo y que absolutamente todos nos dediquemos a ordeñar vacas.

Al llegar a Murcia, me sorprendí con algunas coincidencias. Pero lo que me impresionó fue el «hazme reír» del acento murciano para la gente de afuera. Cosa que no pasa, al menos al mismo nivel, ni con el acento entrerriano ni con el andaluz. A ninguno de estos dos últimos, sus hablantes tratan de «tapar» (oración construida al mejor estilo Yoda).

La actual portavoz del gobierno español, la sevillana María Jesús Montero, y el ex senador entrerriano Alfredo De Angeli hacen uso de su acento sin ninguna corrección de dicción o locución. Se les nota de dónde vienen apenas abren la boca.

Por lo tanto, a los actores les pedí que se les notara también su lugar de origen. De ahí, que remarcamos que DIME COSICAS es un espectáculo de teatro cómico con acento murciano. Cuando, por lo general, al subirse a las tablas, ejecuten su parlamento con «buena dicción».

Tracción a sangre

Buenos Aires es una de las ciudades en el mundo con más estrenos teatrales por semana. Hay para ver cientos de obras entre producciones oficiales (las de las salas del Estado), en lo que nosotros solemos llamarle «comercial» (empresas privadas) y las de producción independiente.

En la última categoría se ubican la mayoría de las obras. El teatro independiente es el motor del arte escénico en Argentina. Es considerado una entidad respetable de por sí; y es donde actores, directores, autores, técnicos, programadores de salas, etc, transpiran la camiseta.

Dos referentes indiscutibles del teatro argentino actual son de ese palo: Claudio Tolcachir y el maestro Mauricio Kartun. Pero casi todos somos grandes desconocidos. Porque somos muchos, pero eso nos alegra. Y se convive entre el oficial y el comercial; y tampoco es raro que algunos vayan y vengan de una categoría a otra. En definitiva, los tres son teatro a secas.

«Todos pueden hacer teatro, incluso los actores. En todas partes se puede hacer teatro, incluso en los teatros».

Augusto Boal

De momento, en mi todavía poca experiencia en España, no me he encontrado con la categoría «teatro independiente». Según Wikipedia, el teatro independiente español fue algo que nació durante los últimos años del franquismo y se apagó con los inicios de la democracia. Ya investigaré a fondo.

Por ahora, con lo que me encuentro son producciones en salas estatales, las realizadas por empresas privadas (denominadas «profesionales») y las del teatro amateur.

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